...Más pensamientoS...

Podría respirar si el aire de mi alrededor no lo absorbieran mis recuerdos.
Siempre corro lo misma suerte. Engaño sumiso y dolor repentino.
Ya casi ni me late el corazón, porque cada latido es un latigazo.
Querer volverme mala persona para dejar de sufrir suena tan… ridículo.
Yo soy yo, no soy como tú, no soy como ella, no soy como todos, yo soy yo misma.
Me enorgullezco de ello y, a la vez, me doy asco.


Si fuera ignorante sería feliz, aunque viviría siempre engañada,… ¿y acaso no lo soy ahora sin ser ignorante? Me han tomado tantas veces el pelo que debería de estar calva.
Pocas cosas me han permitido elegir… “elegir”, una palabra mal usada… como, la felicidad, el amor, el deber, lo bueno, lo malo, lo correcto, lo incorrecto, lo normal, lo anormal,…
La vida siempre es vista desde muchas perspectivas y es definida con metáforas diferentes; lo único que se es que es una tormenta permanente, hay que ir buscando refugio debajo de los balcones de las casas, y cuando se encuentra algún balcón… eso son los momentos felices, sin embargo, no dura mucho porque, al verte, los demás querrán también tener tu privilegio, irán a hacerte maldades y tendrás que huir hacia otro balcón. En la búsqueda, has de tener cuidado con los árboles que tienen mucha vida porque, atraen los rayos y te chamuscarías al tocarlos.
¿Sabéis? Ser egoísta es bueno. Nadie se preocupará por ti si no lo haces tú,
y si te tiende alguien la mano es para que se la devuelvas llena de caramelos.
¿Quién dijo que la vida es fácil si existe amor en ella? ¿Creéis que existe el amor?
Sí, existe el amor propio. Si no lo das sabes que no lo recibirás, por eso se dice que se ama.
Entonces vives creyendo que eres feliz. Cuando esa persona te abandona te das cuenta de que no eras feliz, de que te utilizó para beneficiarse, y comienzas a odiarla. Aún así, tiempo más tarde, vuelves a repetir la misma historia con otra persona. Nunca puedes “remediarlo”.
Enamorarse dura un rato y, no es más que una obsesión donde adoras las virtudes y los defectos (que no ves aunque creas verlos) de una persona que tal vez no te merezca. Y cuando pasa ese rato de tontura y abres los ojos, odias los defectos y tratas de cambiarlos, ¿por qué? Cada uno es como es, si los cambias no será la persona de la que te “enamoraste” al principio, y cuando ves que has logrado tus proposiciones le rompes el corazón diciéndole: es que antes eras una persona y ahora eres otra, al principio eras de una forma y has cambiado,… ¡Qué gilipollez más grande!
Lo que sí está claro es que todos necesitamos sentirnos queridos, pero siempre queremos que los olmos den peras. Nos equivocamos. Tenemos que aprender a hacer las cosas bien.
Me quieres como soy y me querrás como soy,
te quiero como eres y te querré como eres;
tú eres tú y formo parte de tu vida, pero no soy tu vida,
yo soy yo y formas parte de mi vida, pero no eres mi vida.
Nada de obligar, nada de privar, nada de amenazar, nada de exigir,…
El miedo dicen que es un invento del pensamiento, de los fantasmas del pasado,
que digan, que digan,… que las palabras no tienen valor.
Nunca significaron nada…

Las palabras no son nada,
son sólo sonidos que se reproducen en el momento,
son soplidos que se escapan de la boca
con las oleadas que origina el viento,
que no llegan a ninguna parte
y se desvanecen al instante.

Hoy son caras y mañana no tienen ningún valor,
no merece la pena escucharlas.