Algunas veces, en unas de esas madrugadas que llegan a rozar el comienzo de un nuevo día, cuando el cerebro pierde un poco de su actividad y lleva un ritmo lento, donde no hay más sonidos que el de mi respiración y los grillos de la calle, se aparecen mis momentos nostálgicos, ñoños, románticos, tristes,... Momentos de emociones variadas, pero intensas. Entonces, dependiendo de la ocasión, mi estado anímico y otros factores ilógicos añadidos, me da por pensar profundamente en un determinado asunto.

Diviso una fotonovela de mis mejillas sonrosadas, los dedos ansiosos en el teclado del ordenador esperando unas conversaciones interesantes, mi mirada pendiente de un recuadro que advertía que habías “iniciado sesión”; de un teléfono móvil donde por primera vez aparecía una llamada perdida tuya o un nuevo mensaje de texto; mis pies acelerándose por la acera para llegar a la cabina de teléfono público del centro (cuando me quedé un tiempo sin Internet), para enviarte un mensaje y esperar que me contestaras… ; y de cuando cargaba con el ordenador en la espalda hasta la biblioteca para coger wifi y pensaba “por favor, que esté conectada ahora”, y estabas…
También recuerdo cuando me frenaba sola porque probablemente, toda la magia que estaba viviendo con alguien a quien no conocía en persona, no era más que algo pasajero y/o donde solo tenía esas “sensaciones” yo sin tener una correspondencia por tu parte, y que tal vez muy pronto esos pensamientos se hicieran hechos reales y yo volvería a mi lamentoso estado de pena desmesurada y vomitiva.

Increíble era mi comportamiento de aquel verano, todo el día esperando por ti para llevarme toda la noche en vela hablando contigo. Nuestro tiempo juntas era como gotas de agua al caer en una fogata, cada vez que miraba el reloj la hora me sorprendía. Estaba permanentemente atontada, todas las canciones hablaban de ti, de mí, de nosotras.
Impresionante fue la forma en que tembló todo mi cuerpo “la primera vez que” recibí un toque tuyo, un mensaje, te besé, te abracé, te sentí,... Cierro los ojos y pienso en ese fiero fuego interno que se expandía y se propagaba por todo mi ser con el propósito de corromperme y salir de mí, esas maripositas que rebotaban de un lado hacia otro jugueteando entre ellas en su mundo multicolor, esas tremendas ganas de gritar con todas mis fuerzas hasta agotarme en la cama entre risas risueñas,…
Y, por última vez, echo la vista hacia atrás y te recuerdo una conversación telefónica que mantuvimos antes de conocernos en persona, donde te comenté esa peculiar coincidencia de que tu cumpleaños cayera en la misma fecha que el de mis dos ex-novias. “Muy rápido me has metido tú ahí”, dijiste riendo entre espasmos tímidos. Y, para que veas, ¡acerté!
Oh!!!!!!!!!!!!!!!!!!! No me esperaba para nada algo así (siempre digo lo mismo, pero es que es verdad)... es súperbonito :$ Las ideas, la forma de expresarlo... se siento todo tan... bien y tan... bonito TT Siempre que leo algo de esto me quedo sin palabras, cuando me doy cuenta han desaparecido todas con cada una de las q he leído tuyas...
ResponderEliminarEn este tiempo tengo la sensación de que han pasado años y a la vez que solo han pasado segundos... es una cosa rara jeje
Pero es verdad que un parpadeo y ahí estamos en el año :) Parece mentira... 1 años ya!!! :)
Me ha encantado la entrada :$ Ya ves, que nada más que hago decir tonterías porque no sé qué decir :$
Te quiero mucho bicho tonto mio!!! (L)
Qué bonito y qué bien escribess... nunca dejes de hacerlo :), saluudo y besitoss. Elena
ResponderEliminar