
No es usual en mí
obsequiarte todos los años,
mamá.
Hoy te traigo este presente
para que en el futuro
comprendas este pasado;
que tu hija entiende de otros valores,
de los cuales algún día,
si escribir es sinónimo de moneda,
pudieran transformarse en los tuyos.
Dinero. Como aguardo penurias,
no puedo hacer más que visitarte,
regalarte mi presencia
y este humilde poema,
poesía colmada de algo más valioso
que lo económico:
nunca se gastará,
permanecerá contigo
siempre que lo conserves.
Feliz cumpleaños.
Buen mensaje, buenas palabras cargadas de ternura...Besos...Any
ResponderEliminarEl dinero, como todas las cosas materiales, va y viene. En cambio, la sensatez, la constancia y el amor, son símbolos eternos que siempre se agradecen.
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