Flojea mi autoestima cuando se proyecta el reflejo
de su despreciable mirada en mis pupilas,
y en mi ser pesan toneladas sus ignorantes palabras
y sus gestos de mulilla.
Estoy rodeada de todo lo que me retrasa y no me aporta,
¿cómo llegaré a mi meta?
No provengo de neuronas intelectuales,
sino de neuronas trabajadoras del campo.
Soy la oveja literaria de mi rebaño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario