las emociones se experimentan colosales.
La magia se venera en la estación primaveral,
hasta arraigarse en coma en el agotamiento del verano.
Cuando lo extraordinario muda a hábito,
es desatendida por el descuido.
Entretanto el otoño ancla rutinario,
se elude el descenso de las hojas mustias,
y el invierno desafía a su muerte, dominándola.
Entonces, el triunfo retorna la primavera
y despertando se reitera el ciclo estacional.

Magnífico ciclo!
ResponderEliminar¡Cada vez mejor!