No estás sola, mi soledad te acompaña.

Nunca más me sugieras que me aleje de ti.

No estoy contigo solo por el mero placer de tener momentos de risas y mimoseos,

sino también para cuidarte cuando tú no tienes fuerzas para mantenerte.
 

Vivo porque te tengo, y existo para apoyarte cuando no tengas donde sujetarte.

Si inevitablemente tienes que sufrir... me encargaré de que no lleves todo el peso.

Absorveré el veneno que te mata, seré tu esponja,

y graparé en ti sonrisas, para que duren más.

Quizá yo no sea suficiente,

pero de lo que no debes dudar nunca es que antes me rapo al uno que dejarte sola.

Y sabes de sobra que no me agrada en absoluto el pelo corto.

Pasemos esto juntas.

Es temporal y algún día estarás bien, y mientras no puedas caminar...

yo te llevaré en brazos si hace falta hasta el infinito.

No eres ni serás una carga, porque eres lo mejor de mi vida.
 

No estamos hechas para vivir en soledad, y menos separadas.

Estoy contigo, y si no me importaras no movería un solo dedo por ti,

y cuando quieres a alguien como yo lo hago contigo haces cualquier cosa

por buscar la felicidad de esa persona y espantar sus males.

No lo olvides, eres la mujer de mi vida y estaré siempre pendiente de tu bienestar.