Recién llegado el verano,
los manantiales hirvieron con el Sol.
los manantiales hirvieron con el Sol.
Este sujeto que escribe
es ya una conseguida materia en sequía.
Los vientos huracanados en la esencia,
ahora dóciles, se dispersaron,
y se deslizan de vez en cuando,
como recuerdos en un sedoso patinaje.
No hay dolor.
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