Cuando te vas, cuando me voy...
Una tormenta de dudas rompe en mí,
las olas me atizan en su ritmo frenético,
en un despiadado vaivén marino.
Voy deteriorándome pausadamente;
la sal escuece y el frío me enfunda.
Deliro. Gimo. Alucino una muerte.
Cuando vuelves, cuando vuelvo...
La tempestad emigra por pavor,
al ver salir al tímido Sol de su guarida,
bañándome con su luz cálida;
caldeando lo gélido que me envolvía,
secando mi agua y evaporando esa sal.
Fantaseo. Río. La serenidad me resucita.
Tú, Erika, mi Sol...
las olas me atizan en su ritmo frenético,
en un despiadado vaivén marino.
Voy deteriorándome pausadamente;
la sal escuece y el frío me enfunda.
Deliro. Gimo. Alucino una muerte.
Cuando vuelves, cuando vuelvo...
La tempestad emigra por pavor,
al ver salir al tímido Sol de su guarida,
bañándome con su luz cálida;
caldeando lo gélido que me envolvía,
secando mi agua y evaporando esa sal.
Fantaseo. Río. La serenidad me resucita.
Tú, Erika, mi Sol...
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